No se trata solamente de lo que hacemos, sino
también de cómo vendemos lo que hacemos. Muchas veces se escuchan críticas del
lugar que ocupa la caacitación en las empresas, de la poca importancia que se
le da y de la falta de un sentido estratégico, lo cual, en algunas empresas es
un diagnóstico totalmente acertado.
Como siempre, para cada diagnóstico hay una buena y
una mala noticia. La mala noticia para los profesionales de capacitación es que
somos en gran medida responsables de este rol marginal que se da a la
capacitación, ya que muchas veces no somos capaces de “vender” los resultados
que aportamos a la organización. La buena noticia? Desde nuestro lugar podemos
hacer algo para cambiar el posicionamiento de la capacitación dentro de la
organización y convertirnos en socios del negocio.´
Para ello, mi
sugerencia es tomar una herramienta del área comercial, a la cual se recurre
cuando se quiere vender un producto o servicio: un Plan de Marketing. Para ello, debemos adaptar las variables que
contemplan un plan de marketing para
vender y posicionar internamente un servicio en la organización, definiendo
cuales son para nosotros las variables relevantes.
Veamos a
continuación las4 Ps del Marketing y su posible implementación a un área de
capacitación.
Producto: El paso central es definir cual es el producto (o en
este caso servicio) que ofrecemos desde capacitación. Si pensamos que lo que
brindamos son talleres, seminarios u horas de capacitación, nos estamos
centrando solamente en la actividad y no en el valor agregado que brindamos a
la organización. Podríamos decir en su lugar que, como valor agregado a la
organización, el área de capacitación brinda un servicio de Mejora del Desempeño, es decir que
colabora con las áreas de negocios a modificar comportamientos de los
colaboradores para producir mejores resultados (mejor, más rápido o más
barato).
Precio: Aquí no debemos entender el precio como el costo que
tiene el área de capacitación, sino como el valor que aporta. Esta tal vez sea
la tarea más difícil, pero debemos poder definirf, y mostrar a la organización
cual es el valor que aportamos a la organización. Tomemos el ejemplo de una
empresa petrolera con estaciones de servicio propias y de terceros que desea
incrementar sus ventas de lubricantes. Para ello debe capacitar a sus vendedores
de playa para que ofrezcan el lubricante a sus clientes, conozcan sus
características y puedan realizar adecuadamente un cambio de aceite. Supongamos
que, luego de la capacitación un 30% de las personas que tomaron el curso
comienzan a ofrecer el lubricante a los clientes que cargan nafta. Qué valor
tiene eso para la organización? Sería lógico mostrar únicamente el costo de la
capacitación (instructores, logística, tiempo perdido, salones, coffee breaks)
solamente porque no podemos medir con claridad el impacto económico de la
capacitación?
La propuesta para transmitir el valor de las
capacitaciones es medir y comunicar el valor que agregan sus capacitaciones.
Para ello no es necesario conocer el ROI o tener indicadores económicos, lo
cual siempre es difícil y discutible, pero sí al menos poder justificar el
valor que aportan las actividades. Es posible cuantificar el impacto de un jefe
nuevo que comienza a hablar con su gente gracias a un programa de comunicación
y aumenta la motivación y el clima del sector? Es muy posible que no podamos
cuantificar el impacto económico, pero desde ya que existen mecanismos para
mostrarlo. Procuraré compartir una herramienta con Ustedes para este fin.
Promoción: Es clave la comunicación que realicemos tanto del
servicio que brindamos como de los resultados que obtenemos. Si sólo nos
presentamos como una organización de delivery de cursos, comunicando los
cronogramas de actividades, fechas de los cursos, temáticas a capacitar,
cantidad de asistentes y % de satisfacción, vamos a ser vistos como una
universidad en la cual uno solicita capacitación en un tema, la recibe y luego
va a su puesto de trabajo a intentar aplicar lo aprendido. Pero nunca seremos vistos
como un socio de negocios que acompaña a los distintos sectores a mejorar sus
resultados.
Debemos lograr una comunicación integral tanto de
nuestro servicio como de los resultados que brindamos:
-
Desde el servicio,
debemos comunicar la cercanía con las áreas, acercándonos a las áreas de
negocios antes de que nos llamen, mostrándonos interesados en sus dificultades
y acompañándolos en sus procesos de definición de necesidades, construyendo
juntos propuestas de valor que acerquen al área a sus objetivos, y validando
con ellos que los programas que diseñamos son los que efectivamente necesitan para
los objetivos que persiguen.
También debemos cambiar la forma en que nos relacionamos con los participantes y lo que les ofrecemos. Un primer enfoque podría ser cambiar la forma en que redactamos los objetivos de las capacitaciones, definiendo en lugar de los objetivos que persigue el curso, lo que el participante puede obtener gracias a la capacitación, o porque puede servirle el curso al que va a asistir.
También debemos cambiar la forma en que nos relacionamos con los participantes y lo que les ofrecemos. Un primer enfoque podría ser cambiar la forma en que redactamos los objetivos de las capacitaciones, definiendo en lugar de los objetivos que persigue el curso, lo que el participante puede obtener gracias a la capacitación, o porque puede servirle el curso al que va a asistir.
-
Desde
los resultados, debemos poder comunicar,
a toda la organización los beneficios que obtiene las personas y la
organización gracias a los programas. Algunas ideas a implementar:
o
Comunicar
el impacto que tuvo una capacitación a la organización
o
Contar
historias de éxito, con nombre y apellido, de lo que pudieron hacer ciertas
personas gracias a la capacitación
o
Documentar
los comentarios de las áreas respecto de los resultados obtenidos gracias a la
capacitación
o
Documentar
y comunicar un “mapa de cambios” de lo que cambió luego de la capacitación,
tareas que antes se hacáin de una forma y ahora se hacen de otra
Plaza (o Canal): esta última variable se refiere al lugar
o forma en que se comercializa nuestro producto y es quizás la variable menos
relevante dado que en general la capacitación es un servicio interno. Sin
embargo, si existen un par de recomendaciones a adoptar:
-
Ser
más proactivos en ir a buscar a nuestros clientes internos
-
Abrir
un vínculo de comunicación y un relacionamiento previo a que surja la necesidad
de capacitación, para generar confianza previa
-
Compartir
con nuestros clientes internos herramientas para detectar necesidades y que no
sea una tarea exclusivamente de uno de los dos, sino una tarea conjunta.
-
No
competir contra organizaciones externas. Muchas veces las áreas de negocios
pueden venir con una propuesta específica de algún proveedor o formato de
capacitación, momento en el cual debemos procurar trabajar en conjunto para
asegurarnos que la opción sea lo adecuado para la necesidad existente, evitando
en todo momento competir contra el área o proveedor externo.
Espero que las recomendaciones sean útiles y puedan
comenzar a implementar algunas de las sugerencias en sus organizaciones. No
piensen solamente en el Plan de Comunicación, tengan en cuenta todas las
variables del marketing para lograr posicionar mejor el área en las
organizaciones.
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